martes, 12 de marzo de 2013







 

JORGE DUQUE LINARES: Educador católico de formación Lasallista, comprometido con la educación de Colombia, con amplia experiencia en el manejo de programas de capacitación docente. Ha participado como orador central en miles de conferencias de superación personal, investigador durante más de veinte años en las áreas de la pedagogía, la sociología y la psicología del comportamiento humano. Autor de innumerables trabajos con respecto a la educación como: "EL ARTE DE SER MAESTROS".

Afirmando en ella que el ser maestro es aquel que sabe que el arma más importante para transformar seres humanos es la actitud y tiene en cuenta que el objetivo primordial de la educación es despertar en los estudiantes la capacidad de comprenderse a sí mismos mediante el amor propio para un servicio a los demás.

"el arte de ser maestros" es el arte de educar personas honestas, sinceras, optimistas y sabias en su forma de sentir y pensar, de tal manera que sepan actuar ante las diferentes eventualidades de la vida, con una actitud responsable y autónoma.

Por tanto deben existir maestros con espíritu innovador para que lleven a los niños y niñas una educación a conciencia trabajando en ellos como eje fundamental valores y principios ,para que a medida que se trabajen dichas actitudes subir la autoestima de cada uno de ellos alimentando su nivel de solidaridad y de compromiso con la sociedad dedicando su vida a servir y ayudar la humanidad pues solo de esta manera se espera mejorar el sistema de enseñanza ya que es la mayor preocupación de muchos países en los cuales se puede ver el desnivel existente ante un mundo globalizado, que parece olvidar la sensibilidad de los individuos y que a su vez exige cada vez más que los maestros entreguen resultados que se ajusten a la realidad que los aprendices enfrentan.


Para lograr la perfección individual del educando en el ámbito educativo, se debe lograr la capacidad de convivir, ser generoso, ser decidido, mediante una actividad pedagógica en la que el niño se encuentre en constante interacción con el medio para que así, pueda autocorregirse, generalmente mediante dinámicas y juegos el educando aprende principios morales de convivencia .

Dichas  dinámicas reflejan el ánimo que se debe tener para enseñar a tomar decisiones y por consiguiente el significado de ejercer el reto de tomarlas pues por tal fin asumir consecuencias y correr el riesgo de las mismas;  el ejercicio adecuado ofrece herramientas para encontrar estrategias  lúdicas que permitan al maestro llegar a los estudiantes desde su individualidad,  a entender que cada uno de los comportamientos negativos está conectado por una situación difícil de enfrentar ; en este momento es cuando el docente debe intervenir en la vida del educando ,es por ello que no resulta fácil ser esa persona encargada de interesarse al respecto pues debe acompañar al niño en su proceso de crecimiento ,respetando su libertad y autonomía .

Como docentes debemos estar en constante auto revisión pues es allí cuando autoevaluamos nuestros propios procesos para saber que debemos mejorar y aprender de nuestras falencias y tener en cuenta que se es posible ser mejores personas siendo solidarios con nosotros mismos y recordando que somos seres humanos y que tenemos el derecho a equivocarnos y sobre todo a volver a intentarlo.
El ser maestro es un gran compromiso  desde lo político ,lo ético ,lo pedagógico por tanto es una condición para manejar alternativas de trasformación en las mentes de los educandos ; con grandes ideas ,valores y acontecimientos que encuentren en el hombre su sentido y significado dentro de una sociedad regida por un estado.

Es necesario tener diversidad de percepciones dinámicas, que cambien la rutina repetitiva de enseñar  para no seguir en lo mismo, es decir no debe imperar en las escuelas mientras haya maestros renovadores y conscientes con su función histórica; pues, “la educación es un proceso de conocimiento, formación política, manifestación ética, capacitación científica y técnica”.

Educación para la transformación de los seres humanos, indispensable y necesaria para una vida digna.
Es por ello que una de las tareas del educador va a consistir en conocer los sentimientos y actitudes del estudiante, respecto a su vida, las asignaturas que estudia y hacia el propio docente; deberá interiorizar en su personalidad y detectar los motivos internos que lo llevan a asumir determinados comportamientos, para ello se sugiere para el docente que el estudiante: le cuente sobre sus sueños, aspiraciones en la vida y como maestro incentivar la creatividad, despertar el interés por aprender, explicarle la importancia de los conocimientos para su proyecto de vida.

No es aceptable que el maestro niegue las injusticias y desigualdades que socavan la realidad donde ejerce sus actividades pedagógicas; ya que, la acción pedagógica debe estar inmersa en el reconocimiento del contexto.

La marginación, la falta de respeto hacia los derechos humanos, por tanto, la toma de conciencia del maestro y de quienes educan es básica para contrarrestar la intolerancia y la exclusión, que afecta a muchos hogares de las comunidades donde se trabaja; es por ello que el pedagogo alemán Diesterweg opina que: “el mal maestro informa la verdad, mientras que el bueno enseña cómo encontrarla”.
El arte de ser maestro consiste en hacerse un pilar fundamental de la sociedad y la cultura. No es cuestión de serlo como una solución económica, porque no hay donde laborar y el único camino que queda, es ser profesor, profesión que cualquier instructor puede ejercer con lujo de detalles. El maestro debe ser un transformador por antonomasia. Educar es un arte y quien enseña, un artista.